DIARIO LEVANTE. 26/07/2010.

Expulsados de un ´paraíso perdido´

J. L. G. CORTES DE PALLÁS
Si el decreto de 1609 fue un auténtico golpe para la demografía y la economía del Reino de Valencia -un tercio de la población fue expulsada-, la situación en el Valle de Ayora "fue una verdadera tragedia", en palabras de Miguel Aparici, cronista de Cortes e impulsor de esta recreación. Toda la comarca era morisca, salvo una pequeña parte de Ayora, formada por cristianos viejos. Cortes, por ejemplo, no recuperó el número de habitantes que tenía en 1609 hasta el siglo XX.

A ello se suma el drama humano, apunta Aparici, que recuerda la leyenda de las mujeres que se arrojaban por los despeñaderos antes de ser apresadas. Según la descripción del cronista, en el siglo XVII la comarca era como "un oasis, un paraíso perdido" alejado de los problemas, donde los moriscos, gentes de campo, vivían tranquilos según sus normas con unos señores que, generalmente, respetaban sus costumbres y cultura.

Ciudadanos de segunda que habían sido arrinconados hacía el interior, pero que encontraron en este valle un "paraíso"; un paisaje agrario que modelaron y que, según el cronista de Cortes, 400 años después de su marcha sigue como lo dejaron


RECORTES DE PRENSA:

http://www.valencia1808.com/v_11_v_04_recortes_10a.htm

http://www.valencia1808.com/v_11_v_05_portadas.htm

 

 

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